- Oye, ¿y tú quien eres? - le pregunté
"Yo soy yo. Solo eso"
- Pero el hombre-oveja dice que tú no existes. Además...
La muchacha posó suavemente un dedo sobre sus pequeños labios. Enmudecí al punto.
"El hombre-oveja tiene su propio mundo. Yo tengo el mío. Y tú tienes el tuyo. ¿No es cierto?
- Sí
"Por lo tanto, que no yo tenga un lugar en el mundo del hombre-oveja no significa que yo propiamente no exista, ¿no te parece?
Wendy Mabel Dipper selfie 3
Hace 15 horas
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