Y dijo la libélula...

lunes, 21 de junio de 2010

El palacio de la luna - Paul Auster





La gente que encuentra en la luna mide cinco metros y medio y anda a cuatro patas.. Habla dos lenguajes diferentes, pero ninguno se compone de palabras. El primero es el que usa la gente vulgar, es un intrincado código de gestos pantomímicos que requieren un constante movimiento de todas las partes del cuerpo. El segundo es el que hablan las clases superiores y consiste en sonido puro, un complejo pero inarticulado tarareo que recuerda mucho a la música. Los selenitas no comen tragando el alimento, sino oliéndolo. Su dinero es poesía poemas escritos en pedazos de papel cuyo valor está determinado por el valor del poema mismo. El peor crimen es la virginidad y se espera de los jovenes que se muestren irrespetuosos con sus padres. Se considera que cuanto más larga tenga la nariz una persona, más noble será su caracter. A los hombres de nariz chata se les castra, porque los selenitas prefieren extinguir una raza que verse obligados a vivir con semejante fealdad. Hay libros que hablan y ciudades que viajan. Cuando muere un filósofo, sus amigos beben su sangre y comen su carne. De la cintura de los hombre cuelgan penes de bronce, de la misma manera que los franceses de siglo XVII solían llevar espadas. Como le explicó un selenita al desconcertado Cyrano: ¿acaso no es mejor honrar los instrumentos de la vida que los de la muerte?

2 comentarios:

Unknown dijo...

Es una pasada, el fragmento, el libro y el autor

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con anabolena, es una maravilla de fragmento y el libro en mi opinión, es lo mejor que ha escrito Paul Auster, todo lo demas que leas te resultara peor que esta pedazo de obra literaria

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